¡Partimos! Buenos Aires de noche...

Nos pasan a buscar los papis de Carlos, nos despedimos de la Jani que cuidará a Rocco estos días y tipo 19.40 aprox. ya estamos en el aeropuerto chequeando una vez más las maletas para partir de viaje... como si hubiesen sido pocos los veintialgo vuelos del verano en el Sudeste.

Después de un rato en el Salón Vip de LAN, cortesía de World Member Santander, vamos a la puerta y nos subimos al avión que según Carlos despega perfecto. Al parecer los vuelos desquiciados de Asia me dejaron con un trauma interno asociado arraigado en el subconsciente así que me planteo como opción ir por un lavado de cerebro para borrar las experiencias "extremas" del verano. Habla el capitán dándonos una cordial bienvenida a su vuelo LA 481 y las palabras suenan casi como canción de cuna así que el resto del viaje es sólo dormir para mí.

Aterrizamos en Buenos Aires Ezeiza a las 00.20 (un poco antes que lo estimado porqueteníamos  viento a favor) y nos vamos directo en taxi al hotel más cercano al aeropuerto Aeroparque de donde saldremos mañana a Iguazu. Imposible cambiar pesos a esta hora así que pagamos en dólares, claramente mil más conveniente para la empresa que recibe el cambio a 5.2 pesos Arg./dólar (oficial) muy menor al cambio de dólar "Blue" que se acerca a los 9 pesos Arg./dólar.

Una vez en el Hotel Aeroparque Inn & Suites nos chequeamos y Carlos pregunta por bares o discotheques para salir hoy jueves en la noche... Nos recomiendan algunas zonas y pedimos que nos llamen un taxi. Dejamos todo en la pieza y rápidamente nos cambiamos ropa para ir al Rosebar (recomendación de Nicomon, en Palermo Soho) donde la entrada es si o si con zapatos, camisas, etc. Llega el taxi, pedimos un mapa y la ubicación del Rosebar y nos vamos. Llegamos a las 2 am o un poco más y ya esta cerrado así que caminamos y entramos a la discotheque del lado (Kika), no sin antes sorprendernos que por la hora la mayoría de los ché! están ebrios y uno sorprendentemente saca todo su paquete (sí, todo!) para hacer pipí en la vereda  jajaja. Bailamos un rato con música al estilo Sudeste (en verdad USA), y después de un rato Carlos propone ir a caminar unas cuadras hasta la plaza Serrano a ver qué hay, pero más que lugares en proceso de cierre y uno que otro abierto con ambiente muuuuuy tranquilo no había, así que tomamos un taxi y nos vamos para el hotel a dormir un par de horas para el vuelo de mañana.

(... No llevamos la cámara así que no hay fotos!)